Del Acuerdo Nacional al Acuerdo Local.




Por: Mauricio Vargas


La ciudadanía más que diatribas ideológicas, está interesada en soluciones concretas a las problemáticas particulares del territorio, aún más en el Valle de San Nicolás y en Rionegro, donde

el boom inmobiliario, irreversible e imparable -aunque con un límite claro: el agua- nos invitan a reflexionar sobre la importancia de articular las políticas públicas y el ordenamiento territorial.

En 2022 hubo 2,9 millones de metros cuadrados en construcción y se licenciaron cerca de 1,4 millones de metros cuadrados en El Carmen de Viboral, El Santuario, Guarne, Guatapé, La Ceja, La Unión, Marinilla, El Peñol, El Retiro y Rionegro, en este último 628.080 fueron licenciados. En 2021 el Oriente Antioqueño lideró la demanda de ventas de vivienda nueva en Antioquia, luego de comercializar 6.325 unidades, superior a las 5.884 en Bello, 4.488 de Medellín y 3.265 de Sabaneta.

Oriente
aporta alrededor del 10,4% del PIB de Antioquia. En los últimos 11 años el PIB aumentó alrededor del 174%, pasando de $5,7 billones en 2009 a $15,6 billones en 2020.


Rionegro por su cercanía con el Aeropuerto Jose María Córdova, la Autopista Medellín-Bogotá, la zona franca, la oferta hospitalaria y de salud, educativa, de servicios, la posicionan como un hub comercial, logístico y habitacional, junto con los municipios cercanos, proyectando en estos territorios grandes promesas de crecimiento económico, calidad de vida y bienestar social.

Sin embargo hay grandes retos por resolver, que requieren de un Acuerdo Local, de la implementación de un diálogo incluyente
y participativo para enfrentar:

1)
El ritmo vertiginoso de crecimiento que está teniendo nuestro territorio, es imprescindible que Empresas Públicas de Medellín realice una fuerte inversión en infraestructura para aumentar las redes de operación y ampliar la capacidad técnica operativa y permitir la sostenibilidad. La inversión del grupo EPM de $73 mil millones de pesos -con más de 173 mil millones de pesos presupuestados- en la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales PTAR de Rionegro, con un avance superior al 40% apunta a la dirección correcta.

2) La preservación del o Negro, fuente principal del río Nare, afluentes, fuentes hídricas y humedales para cuidar el ecosistema local y regional, que es un sistema interconectado del cual dependemos las personas, la fauna y la flora.


2) Proyectar el Transporte Público de manera integral, sostenible y ordenada, de cara a los grandes cambios demográficos que se esperan del Valle de San Nicolás, mitigando afectaciones a propietarios y empresas particulares y equilibrando los principios de la libre empresa y la libre competencia con la intervención y planificación estatal adecuada.

3) Enfrentar de manera integral los focos de inseguridad ciudadana y hacer frente al crimen organizado que lleva perdición a la juventud, no solo con medidas de choque sino con prevención y promoción de proyectos de vida, estudio, cultura y manejo saludable del tiempo libre.


4) El aumento desmedido de contribuciones e impuestos y costo de vida, que asfixia a muchos habitantes humildes y nativos y que los impele a dejar su territorio ancestral para desplazarse a lugares más favorables.

Según el Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC) a 2022, Rionegro ocupó el décimo lugar a nivel nacional en el recaudo del Impuesto Predial Unificado con 100,106 millones de pesos, por encima de ciudades como Manizales, Soacha, Itagüí, Villavicencio, Cúcuta, Santa Marta, Bello y Sabaneta.

El derrame de Valorización en Rionegro dejó expuestos a muchos habitantes a embargos, mora, aun cuando cumplían con los criterios de exenciones establecidos en la normativa municipal.

Asuntos que deben conminar al Concejo de Rionegro a realizar un control político que propenda por equilibrar las cargas para los más vulnerables y mayor progresividad sobre quienes tienen mayor capital.

Es así pues que el Acuerdo Nacional, en el marco de un gana-gana que sirva para desarrollar la periferia del país y el departamento de Antioquia pero también sus zonas más desarrolladas pasa también por la posibilidad y la necesidad de confluencia en lo local de los distintos sectores políticos y sociales de Rionegro y el Valle de San Nicolás, quienes en el marco de una vocación de servicio, de franco entendimiento, de apertura y de profunda conciencia social y responsabilidad ambiental, nos permitan avanzar en las agendas públicas para traer soluciones, bienestar y felicidad para nuestros habitantes.

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